• Construyó un edificio que ocupa cinco metros de la zona de servidumbre y también un muro sobre el margen. La CHJ ya pidió al ayuntamiento hace diez años que solucionara esta cuestión

(Font: Levante-EMV La Safor. T. Á. C.)

El Ayuntamiento de Ròtova amplió hace diez años el polideportivo municipal ocupando la zona de servidumbre en el margen izquierdo de la rambla del río Vernissa sin la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que abrió un expediente sancionador, multó al consistorio con mil euros y exige, todavía hoy, que restituya el punto de obras a su estado original.

Lo acaba de revelar el portavoz del grupo de Compromís en este ayuntamiento, Jordi Puig, quien, tras haberlo solicitado reiteradamente, ha conseguido acceder al expediente sobre este hecho.

La documentación remitida por la CHJ al ayuntamiento relata que en noviembre de 2007 personal de este organismo detectó que el ayuntamiento había invadido la zona de servidumbre mediante la construcción de un edificio que se iba a destinar a la práctica de actividades deportivas.

La CHJ abrió expediente y solicitó la paralización de esos trabajos, aunque finalmente las obras finalizaron. Pese a todo, la estructura está inacabada y hasta el momento no se ha dado un uso público al inmueble, pero el ayuntamiento no ha procedido a restaurar la zona a su estado anterior, lo que supondría demoler lo construido en esa zona de servidumbre del río.

Más de diez años después, en marzo de este 2018, la CHJ volvió a requerir al ayuntamiento para que «cumpla con su obligación» y retire el edificio, advirtiéndole de que, en caso contrario, «impondrá tantas multas coercitivas como resulten suficientes para cumplir lo ordenado».

En una segunda actuación, esta realizada en el año 2012, el ayuntamiento fue autorizado para llevar a cabo la instalación de césped artificial, drenaje e instalación de gradas y bancos en el campo de fútbol municipal. Pero, además de eso, la empresa también construyó un muro de ladrillo perimetral «que impide la servidumbre» en el mismo cauce del Vernissa. Por ese motivo, se abre un segundo expediente sancionador que acaba con una multa de 2.000 euros y la obligación de retirar ese muro de ladrillo. Cinco años después, esta última actuación tampoco ha sido cumplida por el ayuntamiento.

Las dos infracciones cometidas por el ayuntamiento siguen pendientes de resolver, pero, en la misma documentación remitida por la CHJ se hace constar que el consistorio «parece interesado a proponer alguna solución», que, si no se lleva a cabo y recibe la autorización del organismo de cuenca, derivaría en un expediente de ejecución forzosa.

Para el grupo municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Ròtova, esta situación supone «una muestra más de que este gobierno se ha desentendido de tener nada al día durante los últimos 20 años». Los nacionalistas consideran que es «una irresponsabilidad y una actuación muy grave permitir unas obras que no cumplen con la legalidad» y recuerdan que es otro de «los grandes proyectos del PP que han empezado y no han acabado».